lunes, 12 de enero de 2009

EDUCACIÓN SANITARIA

Una vez detectado el pie de riesgo debemos informar y formar a la persona con diabetes y a su familia en su autocuidado, así como en la prevención de lesiones:

1. Lavado.
Se debe lavar sus pies diariamente. Para ello se recomienda:








2. Secado.
Se debe secar bien los pies, insistiendo entre los dedos, mediante contacto con una toalla suave, evitando la fricción.

3. Hidratación.
Hidratar la piel: utilizando cremas hidratantes, aplicándola mediante un pequeño masaje. NO aplicar la crema entre los dedos. Beber mucho líquido es importante, como agua, para que la piel esté húmeda y sana

4. Cuidado de las uñas.
Las uñas demasiado largas, demasiado cortas o mal cortadas pueden dar problemas y ser causa de infecciones.

5. Calzado y vestido.
- Un buen zapato es de cuero, ligero y flexible, la suela debe ser antideslizante y no demasiado gruesa, no debe tener costuras interiores.
- Cambie diariamente sus calcetines o medias. Las medias y calcetines deben ser suaves, preferiblemente de algodón, hilo o lana, sin costuras ni dobleces, ni demasiado holgados ni demasiado estrechos. No deben utilizarse ligas

6. Inspección
Después del lavado, debe examinar diariamente los pies. La mejor forma es sentado y con buena luz.
Si tiene dificultades para realizar un buen examen puede ayudarse con un espejo.





Debe prestar atención a:
o Lesiones entre los dedos
o Durezas en la planta del pie
o Callosidades en los dedos o entre los dedos
o Grietas
o Ampollas
o Zonas con cambios de coloración
o Heridas o ulceras
o Uñas encarnadas

No hay comentarios:

Publicar un comentario